Mascarilla The Fab Pore, de Soap & Glory

Hoy os voy a hablar de la mascarilla exfoliante The Fab Pore. Promete hacer desaparecer los poros ya que funciona con Poreshrink-R (vale XDDD). Bromas de Soap & Glory aparte, vamos a ver cómo se porta el producto.

La mascarilla es blanquecina y tiene gránulos verdes, que se supone que son los exfoliantes. Es muy densa y pastosa, pero muy fácil de aplicar (no tanto de retirar). Al tener esta textura, cunde mucho, con poca cantidad tendremos suficiente. Y huele como a “cosmético de toda la vida”, pero es muy agradable. Podemos usarla durante 5 minutos para “refrescarnos” o durante 15 para un tratamiento en profundidad. Yo siempre la he usado durante unos 20 minutos y lo mejor es que no se seca, así que podemos hablar sin que se nos paralice la cara (XD). Hay que frotarla en la piel cuando la aplicamos hasta que todos los gránulos se hayan deshecho. La exfoliación es suave pero efectiva (tiene más gránulos de lo que parece) y recomiendan insistir especialmente en las zonas más grasas. Contiene caolín (arcilla) y ácido salicílico entre otras cosas (y entre un millón de parabenes).

El envase es normal, de plástico blanco, pero la caja tiene mucho encanto retro y mucha guasa. Sé que esto no es relevante, pero como a mí me ha encantado, os pongo fotos para que lo veáis.

¿Y los resultados? La primera vez que la usé y me limpié la cara no me lo podía creer. ¡¿Dónde estaban mis poros?! Realmente habían desaparecido, incluso los puntos negros eran casi invisibles. Os podéis imaginar cómo estaba yo de contenta. Pero... al cabo de un rato, todo volvió a la normalidad. Es decir, tiene un efecto astringente muy fuerte que hace que los poros se cierren y desaparezcan, sí, pero solo dura unos minutos. Así que no sirve de mucho (si durara unas horas todavía podíamos aprovechar esta “magia”), en media hora como mucho volveremos a tener nuestra piel normal, con sus defectillos.

Vale, el efecto de “invisibilidad de poros” es un poco timo, ¿pero se nota algo más? Pues sí, si nos olvidamos de los poros, el efecto de la mascarilla es muy agradable. Me dejó la piel fresquita y limpísima, pero nada tirante. Para ser un producto exfoliante, hidrata muchísimo, y me gustó que la piel se quedó muy suave, aterciopelada y “luminosa”. Es bastante efectiva pero muy delicada, yo creo que podría funcionar incluso en pieles sensibles (pero tened precaución, como con cualquier exfoliante). A mí me gusta mucho, y si tenéis oportunidad, echadle un vistazo.